¿Sabéis cuando algo es tan íntimo que es solamente tuyo? Algo así como tu rincón de pensar, la esquinita dentro del corazón donde guardas los secretos inconfesables, el pasado oscuro, tantos llantos... Donde estás cómodo contigo mismo, y donde te peleas, con palos y piedras, con tu consciencia, tu subconsciencia, tu sentido y tu común; una y otra vez.
¿Sabéis a lo que me refiero? Ese sitio dentro de ti que ni tú mismo conoces del todo y al que tienes vetado el paso para cualquiera que, insolente, se atreva a entrar.
¿Sabéis qué? Ese sitio es tan místico que, a lo largo de nuestra vida, son muy pocas las personas que han conseguido poder ver algo. Unos más, otros menos -aunque solo sea el vestíbulo-. Y cuando digo muy pocas personas me refiero a ínfimas. A algunos les cuesta muy poco llegar, a otros años, y muchos otros no entrarían ni con siglos por delante.
Supongo que ya entenderéis cómo deben ser las personas que consiguen entrar en ese sitio perturbador, maravillosas. Que no perfectas, maravillosas. Al menos para ti.
¿Saben ustedes a qué me refiero?
Ese sitio es como mi lado de la cama, mi sitio en la mesa del comedor, mi playa perdida... Accesible sólo para mí y unos pocos afortunados... O desafortunados, quién sabe como se sienten ellos. No me gusta comer solo, ni dormir solo. Pero soy de los que piensan que 'más vale solo que mal acompañado' así que, quiero que sepan, que todo el que esté a mi lado, a mi lado de verdad, es porque es muy especial. Yo no dejo entrar a cualquiera.
A pesar del asco, del nazismo, de lo obscena que eres.
A pesar de estar siempre despeinado, de tu lado rapado, y de que pases de rubia a pelirroja sin más.
A pesar de tener un nombre raro, de eso del heteropatriarcado y de que tengas doble nacionalidad.
A pesar de que seas bipolar, bajita y muy cabezota.
A pesar de que te parezcas tanto a mi mejor amigo, de esa ropa y de tus ojos azules.
A pesar de que crea no conocerte, de no entendernos y de que me conozcas entero.
A pesar de todo, estáis los tres ahí, viendo ese rincón -en mayor o menor medida-. Y no quiero que salgáis nunca ¿saben por qué? Porque nos sabemos llevar (más ellos a mi que yo a ellos).
A tres amigos, que espero que se reconozcan en cada descripción.
Todos tenemos algo poderoso y mágico en el fondo muy fondo de nosotros, aunque nos hagamos los duros. Pero si es verdad que hay personas especiales que saben cómo utilizar ese auténtico poder y cuándo hacerlo, siendo el resultado maravilloso. Gracias por ser una persona especial conmigo, Jaime. Me ha gustado mucho y me ha hecho reír, deseando estoy de escribiros yo algo!! Te comento por aquí porque es mas guay. ❤️
ResponderEliminar