Me encantaría poder contarte un día que ese miedo sigue ahí. He buscado, incluso tras los más oscuros recovecos de mi persona y vuelvo a no encontrar forma sutil, adecuada o inocua de decir lo que podrías deber saber.
Confundir, equivocarte y, casi siempre, discernir. Mezclar conceptos. Bohemia vida que abstrae lo más absurdo.
Me encantaría que me entendieras, y que después fueras capaz de explicarme qué entediste para así encontrarme yo, un poco más o, al menos, algo.
Me encantaría sentarme un día a la orilla de un mar que me calme, sentirme desnudo y libre, no tener que pensar. Que todo pase y nada más.
Me encantaría poder hacer todo lo que digo que haría, más no hago.
Me encantaría ver algo de luz en esta oscuridad.
Me encantaría dejar de escuchar el eco en mi cabeza que repite con esa voz chirriante pero dulce: "ojalá, ojalá, ojalá...".
No hay comentarios:
Publicar un comentario