No quieren pedir perdón ni quieren perdonar, no preguntan porque no quieren entender. Sólo buscan culpas, y culpables. Eso basta. Que rueden cabezas.
Entonces es que no vale la pena.
Interés se muestra por lo que te importa, y cualquier excusa es buena para justificarte, para darte la razón a tí mismo; para poder verlo. Están en todas partes. Motivos hay muchos. Argumentos, cualquiera. Simplemente hay que alzar la vista, a veces, un poco más allá. Sólo un poco. Interés se muestra por lo que te importa; eso significa que no te estoy quitando nada.
Eso significa que tampoco nunca te lo he dado. Ni tú a mí. Aunque, humildemente pienso que a nadie. Ninguno.
Y ahora, que me quedo solo me acuerdo de aquella noche de Santa Isabel que fumando, igual que hoy, busco mis excusas en las estrellas.
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