Hoy veo esto como una bolsa de patatas podridas. La ves, hueles el hedor que absorbe toda tu mente, la nubla y no deja ver más allá de lo que hay, putrefacción aparente. Coges y tiras la bolsa, sin más. Sin dudas.

El problema es cuando aplicamos esa forma de actuar a nuestra vida, actuar como nos sale, sin pajas mentales. En aquella bolsa podría quedar una patata sana, o dos, o decenas, y que solo una herida maloliente de una de ellas te haya hecho verlo todo gris, que no te compensa. Cuando tiras cosas vitales a la basura, por una tontería. Luego te lo planteas todo. Culpa.

Cuando te tiran a ti, u os tirais los dos, sin saber ninguno porqué, solo porque ambos habéis visto un gusano en la misma bolsa.

No sabría que decir porque no se nada.

Solo pido una cosa normalidad para mi vida, o un cambio radical -de esos de verdad-.

Voy a seguir viviendo el momento, que es lo que me queda. El pasado ya no existe y el futuro, existirá o no.

Y quien tenga pena que rabie.