Cuando te dejan claro, sin hacerlo, que la respuesta es no. Que sin decir palabras te nieguen lo que es evidente por tu parte, o no. No poder hacer nada porque ese "no" es tan fuerte que no se puede cambiar, aunque no me entienda, aunque no lo sepa. Al fin y al cabo, es culpa mía.
Pues para eso mejor nada, de hecho, siempre ha sido mejor nada. Vacío, indiferencia. Preferir a cualquiera para cualquier cosa.
A veces las ganas rabian, no sé. Aunque ni tú mismo sepas darte un porqué sobre tí mismo. Al final, todo pasa, como ya pasó una vez. Y sólo queda humo elevándose desde mi boca; cabeza confundida, tabaco quemado, humo negro... O verde, hoy lo necesito verde, por favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario