Hay cosas que no te aceptas a ti mismo.
Como para pretender que las acepten los demás.
Si no pruebas, no lo puedes saber.
Probando a suertes, se puede ganar mucho.
También puedes perder todo lo que has puesto en juego que, ahora, es demasiado.
¿Compensa?
Es jugárselo todo a una carta.
Menor, roja e impar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario