Hoy he decidido escribir sobre un amor distinto. Un amor llamado amistad.
Aquí, camino a casa, viendo amanecer, me he dado cuenta que es suficiente. Y no sólo eso, que me basta y me sobra. Que tengo mil palabras, cientos de versos para describir esto.
Cuando tienes todo lo que quieres, no buscas más que lo que tienes. Sólo completas. A eso se le llama felicidad.
La que vosotros me aportáis. Con una caña, un baile, un beso, una bronca, una puta meada. Vicio. Pitis y petas.
Sois unos cabrones, y unos hijos de puta; ya seáis mujeres, hijos, primos o rojas. Pero se os quiere, y cuando no, ajo y agua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario