sábado, 10 de enero de 2015

Quería escribirte algo, algo simple, sencillo, cual Neruda.

Quería escribirte algo, algo simple, sencillo, cual Neruda. Aunque me inspires mucho más.

Has estado ahí siempre, has marcado una etapa de mi vida, y una ciudad. Hemos pasado grandes momentos, momentos inolvidables que hacen que no pueda concebir la idea de Cádiz sin tu pelo rubio, sin tus ojos claros, sin tu ironía. Me inspiras más de cualquier cosa que puedan escribir estos dedos y todo se queda corto. Yo me quedo corto, y cortado. Cortado cada vez que me he visto hacer algo mal contigo, cada vez que me he mirado cagarla, y hacerte pasarlo mal. Porque me he equivocado mucho...

Me he dado cuenta que sin ti, yo aquí no. Aunque no te tenga, aunque no te sienta, aunque no te escuche, necesito verte aquí, notar tu apoyo, ese que siempre ha sido incondicional, ese que nunca me ha fallado. Se me hace muy difícil escribirte esto, y todo lo que te he escrito una vez ha acabado borrado, o roto. Nada de lo que escriba se acerca ni lo más mínimo a todo lo que pueda querer decirte.

Me encantan esas noches de porros, de películas, de nanas de cuna para conciliar el sueño; esas peleas, los ascensores que llevan a donde no quieres ir, los cafés no tomados a las cuatro de la mañana antes de ir a dormir, y los desayunos a deshoras. No me gustan tanto algunas cosas, como todas esas rayadas que llevamos los dos en hombros y que no han sido suficiente como para cargarse todo lo que tenemos. Bueno, los dos y muchos otros, que lo han intentado y no lo han conseguido.

Es uno de mis cigarros favoritos, esos de sudadera de capucha, noche y frío; esos de terraza y catedral; esos de paseos, y de habitaciones prohibidas. Los de después de comer rodeados de no fumadores y ese que nos fumamos aquel día con gente de la nobleza. De la casta. Esos cigarros no los cambio por nada. Quiero que sepas que los de ahora no se quedan atrás, de noches de estudio, de hablar de cosas serias, de alegrías y de penas. Quiero que sepas que nada ha cambiado ni cambiará aunque cambie.

Quiero decirte que quiero tenerte aquí o allí pero siempre. que te necesito más de lo que te creía y que eres, sin dudarlo, especialmente importante. Quiero decirte que eres una de las mejores personas que he conocido nunca, la de las locuras con cabeza y de los cafés caros.

Sabes como picarme, como hacerme feliz, y como hacerme daño. Más nunca lo haces. Lo sabes casi todo, demasiado, más que casi todos. Has sido amiga, compañera, vecina, y algo más... Y ahora eres fundamental en mi yo, en mi ahora.

Empecé esto para darte las gracias, aunque creo que no hace falta, que todo lo que hay aquí escrito ya lo sabes. Y lo que no. Empecé esto porque lo he empezado muchas veces, y me gusta terminar lo que empiezo, aunque sea tarde, aunque me quede corto, sin palabras, falto de vocabulario y de emociones.

Algún día te daré todos los abrazos que no te he dado. Cuando los necesitemos. Sabes que voy a estar ahí, pase lo que pase, ante todo y el primero, al pie del cañón. Aunque me tenga que nadar medio Mediterráneo.

A una amiga.Not deleted.

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