Haciendo un análisis general de todo esto sólo saco una conclusión: asco, incertidumbre e impotencia.
Amigos que no me entienden, no comprenden nada. El problema es que ni tan siquiera lo intentan. A estas alturas no saben cómo soy. No es falta de inteligencia, es falta de empatía. No se ponen en tu lugar, tú que eres distinto a él. Tú que eres amigo (aunque sólo lo pienses tú).
Se puede amar a un amigo, o al menos, como mucho a un par. Y ni eso. O no en las mismas circunstancias, las mías únicamente.
Estoy demasiado borracho como para saber qué he escrito. Borracho de cerveza. Borrachera alegre, guay; aunque sea conmigo mismo y sólo conmigo -y con ella-. Espero entender mañana algo de todo esto o, que al menos, vosotros lo entendáis para contármelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario